Si intentara englobar en una sola palabra el trabajo amoroso y profundamente profesional de Elena, emplearía el término: "vastedad"
Vastedad, porque ha conjuntado una serie de ideas, pensamientos y obras de muy diversos géneros literarios, tanto propios como de colegas y amigos personales o del ámbito internacional.
Escritora nacida en Santander, España, desde temprana hora en su prolífica vida se ha entregado con entusiasmo y dedicación a las nobles tareas de impulsar la literatura desde su muy particular punto de vista. Es doctora en filología hispánica y trabaja como profesora de lengua y literatura. Ha participado en diversos certámenes, quedando finalista en los premios José Hierro y Alegría, entre otros.
Ha publicado los poemarios Versatilidad de la emoción y Ars adivinatoria / Trizas y trazos, así como el pliego de poesía La escala de Jacob, número 10 en la colección “Son de Sirena”. Participa activamente en muy diversos blogs, revistas electrónicas y otros medios impresos, entre los cuales destaco el sitio denominado Maisontine, Revista de arte y cultura (www.maisontine.com), en el cual ha publicado trabajos en distintas ocasiones. Asimismo, sus textos han sido recogidos en varias antologías poéticas de Cantabria.
Sin embargo, más allá de una trayectoria vigorosa y comprometida con sus objetivos más altos, Elena gusta de compartir su espacio con escritores de diversos géneros, que junto con ella, conforman la nueva corriente literaria multi-género, ya que jamás se impone una barrera ni límite alguno.
Si visitas su blog (www.elenacamachorozas.wordpress.com), podrás constatar esta enorme diversidad de variantes o vetas literarias dónde explorar tus inquietudes personales, ya que pareciera que hay una palabra dedicada a ti desde antes que ingreses a su sitio.
En él encontrarás: Citas, recogidas de sus lecturas a libros de amigos escritores; Microrrelatos, donde aborda muy diversos temas y en los cuales denota una altísima capacidad de exposición y concreción; Poesía, género en el que se desprende de sí misma para tejer fragmentos de gran compromiso, profundidad y hermosura; Prosa, género en el que gusta de analizar a fondo el trabajo de escritores contemporáneos; un blogroll muy extenso, blogs didácticos, microliteratura, y muchas cosas más.
Las siguientes menciones son apenas una partecita de su vasto trabajo, el cual espero no haber traicionado con omisión alguna. Anhelo les guste tanto como a un servidor.
Con inmenso afecto, profunda admiración y respeto para esta estupenda mujer, agradeciendo su participación y apoyo desinteresados.
Arturo Juárez Muñoz
CITAS
En Lo que me queda por vivir, de Elvira Lindo:
•Siempre he padecido (…) la tentación insana de acercarme a quien no me muestra afecto abiertamente, tratando de descubrir, imagino las razones de ese desprecio.
•El amor no contiene un seguro a largo plazo, así que no se puede ir exigiendo una indemnización o el libro de reclamaciones si la cosa falla.
•¿Que con qué alimento mi vida? (…) Cuando se tienen dos hijos y te cuesta tanto llegar a fin de mes una no anda pensando en el espíritu.
De Pau Auster, en Sunset Park:
•La razón y la memoria casi siempre están enfrentadas.
•Ceguera deliberada lo llamaba él, una insistencia contumaz en buscar siempre victorias morales, el mal que por bien no venga, una actitud de después de la tempestad viene la calma frente a las circunstancias más desgarradoras.
•Dejó el mundo en el momento justo. No padeció un sufrimiento prolongado, no cayó en la decrepitud ni la senilidad, no tuvo caderas rotas ni pañales de adulto, ni lanzó al espacio miradas vacías.
En Riña de gatos, de Eduardo Mendoza:
•Cuando el futuro es incierto, se concentran en el presente acciones y sentimientos quem en tiempos de normalidad se desarrollarían con más calma y más decoro.
•(O en otras palabras:) En momentos de tanta incertidumbre, cuando el azar preside la vida y la muerte de las personas, éstas se comportan con peculiar arrebato.
•Los españoles tienen un oído fino para las conversaciones que no les conciernen y ningún reparo en interrumpirlas para exponer su opinión, que cada cual da no sólo por buena, sino por definitiva.
•El sentimiento es la raíz y el sustento de las ideas profundas.
En Las lágrimas, de Shiva de César Mallorquí:
•Y el compás de la Luna daba cuerda para siempre al reloj de las mareas.
•Parece como si en su interior tuviese lugar un tormentoso debate entre el orgullo y la razón.
•La mala sangre se hereda.
•Opté por simplificar la verdad, que es una forma como otra cualquiera de mentir.
De Francis Bacon:
•Los viajes son en la juventud una parte de educación, y en la vejez, una parte de experiencia.
De Carlo Goldoni:
•Un viajero sabio nunca desprecia su propio país.
De Claudio Magris:
• El mar es épico, es lo que da sentido al aliento de la vida. Yo nunca me cansaría de mirarlo.
De Fernando Pessoa:
•Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.
MICRORRELATO
TORMENTA INESPERADA
Suena el céfiro como las alas batientes de un murciélago y se arremolina el cabello en el sopor nocturno e incierto. Trae la brisa recuerdos: el olor de los muelles de herrumbre y de pescado, de las redes musgosas, de los cestos con cebos…
El sabor de esta noche es límpido y azul, turquesa, diamantino. Tiene el tacto del noray de los atraques y el aroma y el griterío de las lonjas de los puertos. De repente, brinca un relámpago: una tormenta galopa a la grupa de un trueno y un rayo tasca sus espuelas. El cosquilleo húmedo, el paladar salobre, afinan los sentidos… Huele a mar y a lluvia alborotadas. A peligro. A deseos.
La piel se deja seducir por el cosquilleo de las gotas, añora las caricias añejas en el Barrio Pesquero de su infancia, escondidos los cuerpos en algún bote atracado y desierto en el que una simple loneta abrigaba el colchón de sus cuerpos anudados.
Arrecia el temporal y caen a raudales granizos del tamaño de garbanzos que garabatean en su cuerpo los trazos de la despedida en moviola por la que se pregunta desde entonces. Nunca supo por qué su amor se fue a la deriva. Nunca entenderá por qué una tarde veraniega reniega de sí misma y se otoñiza y por qué una noche otoñal anticipa una cruda e inclemente noche de invierno como aquella.
POESÍA
¿VER PARA CREER O CREER PARA VER?
Examino las hojas de los árboles
y siento la dulce exuberancia
del erótico verde y su excitada
penumbra entrelazada.
Y pienso: el mundo estuvo,
seguramente, un día, muy bien
hecho. Dechado de virtudes
familiares y defectos pequeños
que el convivir diario torna
un roce. Igual que mis amigos,
siempre a la altura de lo que
sus fuerzas les permiten.
Mi projimío, que diría Mario,
no es ajeno, sino el puro reflejo
de cuanto de mí emana.
Y veo que el mundo está bien
hecho, como dijo Guillén,
a pesar de los pesares, pese
a quien le pese y pese a todo.
PROSA
WILL YOU PLEASE BE QUIET, PLEASE?
Mucho antes de que el Rey don Juan Carlos hiciera famoso su exabrupto contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, con aquel “¿Por qué no te callas?”, cuando éste insitía en interrumpir a Zapatero para descalificar a Aznar durante la XVII Cumbre Iberoamericana, Carver había publicado esta colección de cuentos titulada ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor? (1976). Además de varios poemarios, este autor publicó cuatro volúmenes de relatos, el que nos ocupa y: De qué hablamos cuando hablamos de amor (1981), Catedral (1983) y Tres rosas amarillas (1988, el cuento que le da título relata los últimos días de Chéjov).
Su vida no fue fácil. Se dedicó a diferentes ocupaciones mal remuneradas, por lo que a menudo estuvo sumido en la pobreza, en diversos lugares de la geografía de su país. Su primer matrimonio fracasó y sus graves problemas con el alcohol durante varios años. Podría decirse que el alcoholismo de su padre se manifestó como una herencia en su hijo (y a su vez en alguno de sus personajes), aunque en los últimos años de vida logró mantener a raya su dependencia del alcohol. Y justo en la époco de su muerte Carver pasó a ser considerado un icono americano. Según Roberto Bolaño, un cuentista tan excepcional como Chéjov. Si bien, no está la clara la polémica que alega que su editor Gordon Lish hizo algo más que dar consejos al autor (algunos piensan que reescribió párrafos completos y varios finales de relatos del libro De qué hablamos cuando hablamos de amor).
Raymond Carver , nacido en 1938 y fallecido prematuramente a los 50 años (cuando estaba en su mejor momento: había dejado de beber, mantenía una sólida relación con la poeta Tess Gallagher y se le reconocía como el mejor cuentista vivo estadounidense. De hecho, el auge le llega post mortem), es un autor norteamericano de poesía y relato que se adscribe al movimiento denominado Realismo sucio (surgido en los años 70-80 y que pretende reducir la narración, sobre todo, el cuento, a sus elementos esenciales, como derivación del minimalismo). Este Dirty realism se caracteriza por la sobriedad expresiva (adjetivo y adverbio quedan relegados a una mínima presencia), la precisión y parquedad descriptiva y una clara apuesta por el contexto como elemento en que descanse el sentido profundo de lo relatado o que sirva para dotar de mayores posibilidades de sugerencia al mismo; además, se especializa en personajes corrientes, antiheroicos, de vidas absolutamente convencionales y anodinas.
Y son estas situaciones cotidianas las que cobran protagonismo a lo largo de sus páginas. Escenas sencillas como podrían ser las ganas de echar a invitados inoportunos, de que nuestra pareja se enorgullezca públicamente de nuestra relación, las conversaciones de sala de espera o de ascensor, algunos sueños inexplicables, las transgresiones contra el séptimo y el décimo (creo, ya sabemos, el del adulterio y el desear a la mujer del prójimo, ¿se da por supuesto que el marido de otra nadie lo desea? ¡qué santas somos! Siempre me ha llamado la atención que al lexema imperativo le hayamos sumado el sufjijo nominalizador “-miento”, curioso, ¿no? ) mandamientos, la contradicción que anida en quienes temen la banalidad social al tiempo que anhelan unpuestecillo en ella, etc. Espíritu crítico
En Carver fascina su terrible distanciamiento de los personajes, a los que otorga libertad para ir y venir y de los que escasamente conocemos poco más que su nombre. Sus relatos –fragmentarios al estilo de los viejos romances- refrendan la “teoría del iceberg” de Hemingway (vemos un mínimo tanto por ciento de lo que sucede realmente). Una gran historia chica de diálogos lacónicos con aguas turbulentas bajo una serena superficie. Esta sombra de accidente o amenaza basta para mostrar que pasa mucho más de lo que efectivamente ocurre en sus relatos.
Sus relatos cortos reflejan dramas de aspecto trivial y acontecer silencioso en que se ve envuelta la mayoría de la gente común. Sin embargo, no dejan indiferente al lector, lo conmocionan, lo hacen bullir de su aposentada comodidad y le producen una impresión fortísima. Subyace un aliento poético y un escepticismo hacia el género humano, que su estilo directo y escueto sabe perfilar con claridad pese a la economía del lenguaje.
Sus personajes son perdedores, en la mayoría de los casos, y anónimos (dado que sus nombres son una pura etiqueta que no los individualiza), absorbidos por el engranaje social o familiar y sin interés real por plantearse hacia dónde se dirigen o qué les importa. El estilo de ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor? nos impone un ritmo de lectura en el que quepa tanto el regodeo y la lenta relectura inmediata como la revisión en busca de detalles perdidos en el trasiego de la sutil trama. Sus 22 historias aúnan ironía y frialdad para revelar los prejuicios y el modus vivendi de la era Reagan. Sus personajes tienen algo de voyeur y de envidiosos de la vida ajena (como la pareja de “Vecinos”, que cuida la casa de sus amigos del piso de al lado durante su ausencia a causa de unas vacaciones para dejarse llevar de sus fantasías). Parece como si la vida de los otros resultase más atractiva que la propia, así, en “No son tu marido”, un hombre insta a su mujer, que trabaja de camarera, a mostrarse en plenitud física para que la admiren los demás hombres.
En cualquier caso, hablamos de relatos sugestivos como pocos que muestran las diarias derrotas de la clase trabajadora americana de los 70. Como paleontólogos, nos insta a cavar en las densas (por profundas) volutas (por encrespadas) del sentido (por ambiguo e interpretable), para intuir lo que esconde todo aquello que describe con una naturalidad desencantada.
Al leerlo sentimos la pulsión inmediata, la identificación urgente, la naturalidad sin estridencias verbales ni trucos de prestidigitador narrativo, el clima emocional que late detrás, la simpleza con que mueve a tipos comunes que se convierten en metonimia de la humanidad. Al principio, su lectura puede resultar anodina o incluso difícil, pero al final nos gana por KO. Abre las puertas a lo que no nos atrevemos a confesar(nos), a los incidentes que cambian una trayectoria “normal”. Disloca, conmueve, aturde, emana, germina, oculta y desnuda, distancia y engulle y produce una zozobra y un extrañamiento que perdura.
Querida Elena:
ResponderEliminarConsidero que tu trabajo es muy hermoso. Lo encuentro tan variado, ameno, de magnífico buen gusto, pero sobre todo, lleno de amor.
Silvia Armenta P.
Gracias, Silvia. Me encanta que te guste.
Eliminar¡Felicidades!
ResponderEliminarGran trabajo. Me encantó el toque de distinción en sus apuntes personales. Su poesía es maravillosa.
Querida Elena:
ResponderEliminarJusto reconocimiento a tu labor. Supe de ti a través de tu participación en el certamen de poesía, con tu poema Paciencia.
Me gustó tanto como tu trabajo tan completo.
Te felicito por tu amplitud y visión integral.
Marielle
Deseo felicitar a Elena Camacho Rozas por su brillante trabajo y espléndida colaboración.
ResponderEliminarPersonas como ella merecen un amplio reconocimiento y gratitud de nosotros, los amantes de la literatura.
Profra. Edelvina García Meraz.
Dear Elena:
ResponderEliminarWhen a woman decides participating in literature, the result is unpredictable, but one thing is certain: The effort is huge and compromised with target!
I perceive a great love in your writing. Your poems, prosa, appointments, are marvelous and well structured. Thanks for share with us your feelings and thoughts.
Warm greetings:
Debrah Riddleton
Muy gentil Elena:
ResponderEliminarEs encomiable su don para expresar sus propias ideas y enfatizar las de los demás.
La felicito cordialmente.
Elena:
ResponderEliminarLa única referencia que tenía de ti, fue tu participación con el poema Paciencia.
Hoy constato tu magnífica calidad como persona y como escritora.
Lulú
I've always felt that taking the time to analyze and understand the work of others, is as commendable as if it had written the same person.
ResponderEliminarYour work is excellent. Your poetry is loving and full of reflections.
¡Bien, Elena!
ResponderEliminarSe percibe tu sensibilidad y filantropía, tan necesarias en los tiempos actuales.
¡Cuánta sensibilidad y amor en tus palabras!
ResponderEliminarMe siento muy identificada con el trabajo de Elena.
Mary Tere
I have thoroughly enjoyed your work. It seems very neat and well designed.
ResponderEliminarBlessings!
Debbie
Stupendous! I love people who share their work and appreciates the other.
ResponderEliminarYour task is great.
Hasta ahora pude leer esta entrada.
ResponderEliminarPara Elena, mi reconocimiento y admiración por ese don de compartir y apoyar a otros escritores.
Su trabajo es espléndido, además que me agradó muchísimo su manera de expresarse.
Beautiful Elena:
ResponderEliminarI love your work!
Is terrific and beautiful.
Warm greetings:
Anastassia